jueves, 21 de noviembre de 2013

El Encuentro

Seducido me encuentro por el desvelo
que fue levantado por recuerdos tormentosos
de una lucha inconclusa.
La ansiedad me cubre con su calor.
Otra vez, vulnerable a mis deseos,
persigo al payaso cauto.
No soy más que un simple traidor...

Desnudo ante el resultado fracasado,
veo en mis cenizas lo blanco de la ternura,
un reflejo muy lejano de esa paz que anhelo.
Mis ojos se hunden en la inmensidad de la oscuridad,
cuando lo único que percibo
es tu maldita presencia interrumpiendo mis más mórbidos sueños.

Me atropellan los recuerdos de tu sombra,
como infarto al corazón:
temible, inesperado y salvaje.
Es el encuentro con tu persona,
rememorar aquellos besos
y esas palabras de lasciva procedencia
que me remonta al escondite
donde nuestras ansías encontraban
un destino eterno.

Las palabras se marchan,
en mi vista sólo percibo
como la vida se escurre por mis manos,
mientras mis raíces buscan el sosiego
el escape discreto que logre matar,
por un momento,
esas ansias de fundirme en el sueño final
y vivir anclado,
a la espera de tu encuentro.


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