viernes, 29 de noviembre de 2013

Todos Los Días

Todos los días la quiero a ella, y si tuviera que escribir de ti, diría que eres el suspiro eterno de mi alma, los ojos cafés más bonitos que he visto en toda mi vida, diría que eres el recuerdo que siempre me acompaña, la sonrisa a prueba de olvido. Y sería un completo cursi y empalagoso de poca monta; diría que eres como un colibrí y que tu corazón es el más hermoso del mundo. Que tus piernas son perfectas y tus manos bonitas. Que eres el sueño que quiero tener todas las noches, las ganas de salir corriendo a buscarte, el motivo de mirar la luna aún cuando se esconde. Parecido a tomar una taza de café bien caliente y dulce, diría que eres esa sensación que tengo de ser eterno e infinito, cada vez que me imagino contigo. SI tuviera que escribir de ti no lo haría por miedo a que alguien más se enamore de ti, como todos terminan haciéndolo, yo lo haría por la alegría inmensa de haberte encontrado. Y al hacerlo quedaría expuesto y vulnerable como ahora, pero eso no importa. Y es que si tuviera que escribir de ti, lo haría justo como lo hice ahorita, como lo he hecho antes, cerrando los ojos y dejando al corazón escribir con cada latido. Dejando pedacitos de corazón en poesía para tus ojos, esperando siempre que mis letras te palpiten en el miocardio y te besen el alma... Te escribo con el corazón, mujer. A ti te despojaría de las inseguridades, de las dudas y los miedos que se esconden bajo cualquier “pretexto de no amar” te haría caer rendida entre mi pecho. Haría que entres  en otra dimensión al poner toda tu atención en encontrar los latidos de tu corazón en un suspiro. Entonces sabrás que todo tomaría otro color, entonces te vería brillando de mi mano por el mundo, descubrirías que la vida es mejor cuando esta a tu lado la persona que quieres, que palmo a palmo, dedo tras dedo arranquen la nostalgia cualquier nostalgia que cubra un “nosotros”. Te apretaría tan fuerte que te armare de amor, con todas tus piezas, y me encontraras buscando nuevos deseos entre tus piernas, amarrándome a latidos a tus ojos bonitos, y suspirar sabiendo que todo estará bien si estamos juntos, que sepas que estarás  seguras de ti misma conmigo a tu lado, y que una mañana al despertar por fin te hayas dado cuenta de que ahora todas tus tristezas solo serán sonrisas. Todos los días escribo bordándome historias nuevas en la piel, para cuando tú quieras leerlas y empezar de nuevo…




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