lunes, 25 de noviembre de 2013

Tus Ojos

Tus ojos,
esos ojos:
grandes
y hondos.
Tus ojos,
un recóndito
jardín
de tinieblas,
que a la hora
de la siesta,
allí van a suspirar
la legión de tus
indómitas
e internas bestias.
Tus ojos,
esos ojos:
fulgurantes
e hipnóticos;
expectantes
al paso
en falso
de quien los mira;
alucinantes y bizarros
cuales obras
del Diablo.
Esos ojos,
tus ojos:
orbes
de cristal
donde ya
no observo
mi reflejo,
porque sumergido
en ellos,
me miro fuera,
tendido en el suelo,
sin vida, ¡ya muerto!
Cuando se piensa
con los ojos, más
feliz soy de engañar;
a la muerte, más feliz
soy de ser convertido
en piedra ante tanta belleza...


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